Ya sabéis que en el CRA realizamos un concurso para celebrar el DÍA DEL LIBRO. Cada niño, cada niña debe escribir un cuento.
Aquí tenéis los de nuestra clase. Además Lucía ganó este año el premio de su categoría (5º y 6º de Primaria). El premio se entregó durante las Jornadas Culturales.
CRISTINA, LA PIRATA (Lucía)
Érase una vez una niña llamada Cristina, a esa niña le encantaba leer. Ella vivía con su madre María y su padre Jose, ellos la querían mucho y le compraban todos los libros que quisiera, bueno casi.
A ella le gustaba mucho un libro de piratas, pero sus padres no se lo compraban porque decían que eso era “de niños”.
Ella se portaba muy bien y sacaba buenas notas y les pedía el libro por favor:
-¡Mamá, papá, por favor, todas las niñas de mi clase lo tienen! - les rogaba ella.
-¡No! y basta ya, no te lo vamos a comprar hasta que saques buena nota en Educación Física, (que era lo único que se le daba mal).- le respondía su padre.
-Pero pap… - decía
-Pero nada y vete ya a dormir - le reñía
-Jolin
Subía por las escaleras, cuando oyó a su madre llorar.
-Mamá, ¿Qué te pasa?- preguntó
-Nada hija, tranquila -le respondió
-Como que nada, no me lo creo mami responde con la verdad por favor - le rogaba
-Hija, no me gusta que tu padre te riña así, no te va a hacer falta correr a no ser que quieras se profesora de Educación Física, que no creo - le dijo llorando su madre
- Vale mamá, buenas noches, que descanses y sueñes con los angelitos
- Igualmente, mi amor, que descanses.
Cristina se fue a dormir, soñó que ella vivía en una isla, era una valiente pirata, luchaba contra tiburones y tenía un barco pirata para ella sola y su grumete y sus marineros.
Su madre le fue a despertar, era la hora de ir a la escuela.
Su madre la llevaba a la escuela cuando iba a su trabajo.
La niña muy tímidamente le dijo a su madre:
-Mami me puedes comprar el libro porfis.
-Mi amor, tu padre no te deja, no debo hacerlo sin su acuerdo si no nos reñirá a las dos.
La madre se lo iba a regalar por su santo que sería pasado mañana pero no le quería decir nada para que fuese una sorpresa. El padre había aceptado.
Pasados dos días, el día de su santo, su madre se lo regaló y ella muy contenta se fue a su habitación y empezó a leerlo.
En el libro decía que justo la noche del día 24 de Julio en la plaza de San Roque habrá un eclipse lunar a las 21:00 ....
Sorprendida dijo:
- Es hoy, el día de mi santo.
Y continuó leyendo.
...Y si vas donde estan los piratas, te convertirás en uno.
Ella se fue a cenar se vistió y por encima se puso su pijama, debajo de su cama tenía una mochila con linternas, ropa de pirata y como no su libro de piratas. A las 20:36 salió de su casa y se dirigió hacia la plaza de San Roque.
Era verdad allí estaban todos los piratas reunidos, ella se acercó y dijo muy firme:
-Yo quiero ser pirata como vosotros.
Todos los piratas estaban sorprendidos, una niña, pirata, como ellos, ¡ imposible! Pero ella insistió … y los piratas la aceptaron con ellos.
A las 22:00 se fueron a su barco pirata a surcar los mares.
Ellos le contaron que dormirían de día y manejarían el barco por la noche para guiarse por las estrellas y si mañana a primera hora no estaban en su tierra, la isla de los piratas, o cerca, se tendrían que quedar en el barco, y sería un gran problema porque casi no les quedaba sustento para vivir y si no tendrían que pescar y atraerían a los tiburones, y… La niña estaba un poco preocupada, sólo tenía nueve años y ¿NUNCA más volvería a ver a sus padres?.
A la mañana siguiente, bastante temprano se despertó y vio que de verdad estaba con los piratas, se asustó un poco pero cuando se despertó bien del todo ya se acordaba, eso sí alrededor del barco sólo había agua, ella no sabía donde estaba, pensaba que estaba perdida.
De repente llegó un pirata y le ofreció el desayuno, ella lo aceptó y le preguntó dónde estaban.
Él respondió:
-Jeje, niña, no lo sabremos hasta que por la noche, nos guiemos por las estrellas.
-Peeeroo, ¿entonces estamos perdidos hasta dentro de doce horas?; no, yo tengo miedo. - respondió la niña un poco asustada.
Los piratas no le hicieron caso a la niña y cuando llegó la noche, ellos se guiaron por las estrellas y llegaron a la isla de los piratas y enterraron un tesoro. Cristina vio dinero y joyas.
Mientras tanto los padres de Cristina llamaron a la policía para investigar del paradero de su hija.
La niña se vistió de pirata y se bajó del barco para investigar la isla.
Muy asombrada dijo:
-Oye y aquí solo estamos nosotros y los animales tan peligrosos que he visto - dijo - como las serpientes, las medusas, los escorpiones, las tarántulas, …
-Sí niña y cállate de una vez. - le respondió el jefe de los piratas que era un poco bruto.
-Oye a mí me respeta señor, acaso usted sabe asar tarántulas.
- No, ¿porque? - le gritó el jefe
-No por nada, yo tampoco jefe y voy a ver si consigo comida que creo que he visto unas bananas y unas uvas. - le dijo la niña un poco asustada.
La policía que le estaba buscando encontró un trozo de tela en la plaza de San Roque y les fue a preguntar si esa tela era de Cristina y ellos muy contentos lo afirmaron, el policía les dijo:
-Pues lo siento señores, al lado de la tela había cenizas y hay dos asesinos sueltos por la ciudad. - les dijo el policía.
Los padres fueron a la plaza a por las cenizas y las mandaron analizar para saber si era su hija de verdad o no .
Les dijeron que esto era ceniza de quemar la leña.
Esa noche, Cristina ya estaba harta de estar con los piratas; entonces enterró su libro en la arena y cogió el barco, guiada por el Sol ya que ella era muy lista llegó al puerto de su ciudad y se metió en su cama y se durmió pensando que todo esto era un sueño.
Su madre que iba a la habitación de la niña todos los días para recordarla la vio durmiendo, se asustó pensando que era un fantasma y salió corriendo a decírselo a su marido.
La niña se despertó de los gritos y fue a tranquilizar a su madre y contárselo todo.
Le dijo:
-Mamá he estado con piratas de verdad y me he escapado porque eran muy malos, también he vivido muchas aventuras...
La madre un poco sorprendida no consiguió dormir y tuvo alguna que otra pesadilla pero al día siguiente estaba más tranquila.
Cristina y sus padres fueron a contarle a la policía que había estado con unos piratas y que habían enterrado un tesoro.La policía dedujo que eran unos ladrones buscados desde hace tiempo.
La policía le enseñó a Cristina una foto de cada ladrón a ver si eran los mismos, y sí, sí lo eran; así que ... en realidad no eran piratas.
La policía le preguntó a Cristina sí sabía como llegar y le dijo que sí pero a la madrugada para guiarse por los primeros rayos del Sol.
Salieron en barco hacia la isla pero cuando llegaron ellos ya se habían fugado; la policía oyó unos gritos de socorro y fueron a ver quienes eran.
Eran los “piratas” que les estaba comiendo un tiburón ya que se habían intentado fugar con un barco muy viejo y cuando fueron a abrir el cofre para asegurarse de que estaban las joyas como relucían en el agua del mar el tiburón las quería y se los intentó tragar.
La policía los rescató y los metió en la cárcel, las joyas se las dieron a Cristina de recompensa.
Su padre ya no reñía tanto a Cristina y vivieron muy felices comiendo regalices.
LA PATA (Edu)
Erase una vez, en un estanque de América, había animales de todas las especies de patos y de pájaros; el estanque era monumental y como ya sabreis en los sitios grandes hay gente buena y gente mala, en este pasa lo mismo.
Una pata llamada María tenía un montón de hijos llamados Alejandro, Alberto, Adrián, Aitor y Anita.
María era muy responsable y contaba a sus hijos por la mañana y por la noche.
Por el estanque había gente mala pero lo más temido del estanque era la banda del zorro, que se dedican a raptar polluelos.
Un día María conoció a un apuesto y educado cisne y ella se enamoró de él. Pero lo que no sabía María era que el cisne llamado Ronaldo era uno de los miembro de la banda del zorro. Un día María se encontró una nota que decía “Me he llevado a tus hijos a la guarida del zorro, ¡que festín se dará” pero Ronaldo cometió un error. Se le perdió el mapa de la guarida del zorro. Entonces María decidió emprender viaje. A mitad del camino tenía hambre y se sumergió en el mar a comer, pero pronto “bajó la comida” porque tuvo que escapar asustada por un tiburón blanco del cual se hizo amiga
Lo siento por perseguirte, pensé que eras una de la banda del zorro; siempre me llaman tonto e intentan cazarme- dijo el tiburón
¡Ah! Lo entiendo. Si quieres ven conmigo a por él, han raptado a mis polluelos- dijo la pata
Entonces María se subió a la aleta dorsal del tiburón Andres.
-¡¡Mira eso!!- dijo María.
Eran dos barcos. En uno se encontraron con una tortuga y un cangrejo que también se unieron a ellos, que también sufrían las burlas de la banda.
Al día siguiente se levantaron con ganas de venganza hacia el zorro. Y hacia allí fueron. por el camino se encontraron con una ballena llamada Buby, que por cierto era muy buena y entonces les dejó ir en su lomo. Así llegarían rápidamente. Andrés iba nadando al lado de Buby .
Dos días después vieron una isla con un cartel que ponía “NO PASAR”; ellos entraron. Ronaldo que estaba vigilando los metió a todos en una jaula, menos a Buby y a Andrés que estaban fuera. Andrés se metió por una cañería ancha de la guarida mientras buby intentaba tirar la casa impulsándose contra la isla. Cuando Andrés llegó arriba cogió a Ronaldo por la pata y lo arrastró hacia abajo. El cangrejo, cual genio, salió de la jaula y la abrió con unos mandos. Como el zorro era muy fuerte, decidieron coger a los polluelos que estaban en una pota y marcharse. ¡al momento de salir Buby tiró la casa y el zorro murió!. Fueron felices y comieron perdices.
EL TIGRE Y EL LEÓN (Carlota)
Era un tigre que estaba en un bosque buscando a su amigo el león. El león había salido de paseo y el tigre lo buscaba para jugar.
El tigre se encontró con una jirafa y le preguntó si había visto el león. la jirafa dijo que sí y el tigre siguió su camino.
Llegó a un pueblo y allí estaba su amigo comiendo setas. Un seta era grande y roja, era venenosa.
- ¡Cuidado, esa seta es peligrosa ! - Le gritó
El león escupió la seta pero ya se había tragado un poco.
El tigre lo llevó al médico y le dieron un jarabe que sabía un poco asqueroso. Y se curó.
Y se fueron juntos a jugar.
ENTRE DOS MUNDOS (Gabriel)
Erase una vez un niño llamado Samuel, que vivía en la casa de sus abuelos en un pueblo muy pequeño.
Samuel era un niño con el pelo rubio y rizado, ágil, pequeño,bajo, le encantaba subirse a los árboles. Lo que le gustaba del pueblo eran las montañas verdes, los prados y las vistas al mar. También que no hubiera casi ningún ruido. Sus amigos del cole, Manuel y Pepe, vivían cerca y pasaba con ellos mucho tiempo.
Los padres de Samuel estaban en América por temas de trabajo pero a Samuel no podía ir a vivir con ellos a la gran ciudad. Samuel quería estar con sus padres en América, en los Ángeles,pero los visita en verano y sólo podía estar allí una semana; él en los Ángeles se sentía minúsculo en comparación con su pequeño pueblo.
Un año después ya pudo ir a vivir allí. En los Ángeles hizo muchos amigos de muchos sitios, chinos, japoneses, americanos, etc.
Uno de sus mejores amigos era Guillermo, otros eran Francisco y Alex.
En el colegio, al principio, no se enteraba de lo que decían porque él no sabía mucho inglés. Empezó a ir a clases particulares de inglés y poco a poco fue entendiendo el inglés y cuando se entendió con los amigos se puso contentísimo,porque ahora sabe a qué juegan, qué leen,etc.
A él le encantaba vivir allí. Se había acostumbrado al bullicio, el jaleo, pero también había grandes parques para jugar. Cada poco quedaba a quedar con sus amigos a jugar al tenis o al baloncesto,pero a Samuel le gustaba más el baloncesto.De vez en cuando iba a ver el mar y jugar de paso a las casas de sus amigos.
Decía Samuel que las galletas de allí sabían raro, porque él estaba acostumbrado a las galletas de España.Pero a él le daba igual porque estaba con sus padres.
Cada dos meses viajaban los abuelos a verles; Samuel se sentía genial porque le encanta jugar al parchís con sus abuelos.
En verano, volvía al pueblo a subirse a los árboles, ver las montañas altas, los prados y ver el mar desde tan alto y estar con sus amigos.
A Samuel le encanta estar en los dos sitios, en el pueblo y en los Ángeles y desde entonces está entre dos mundos.
LAS MASCOTAS DE PAULA (Nuria)
Erase una vez una señora se llamaba Paula, era muy joven. Vivía sola con un perro; todos los dìas salía a dar un paseo con el perro, el perro era muy jugueton, Paula le lanzaba la pelota y la iba a buscar y luego se la devolvía. Después iban para casa. Paula hacía la cena para ella, y luego le echaba de comer al perro, Paula se iba para su cama y el perro para la suya.
Hoy Paula se va de compras con una amiga, se va a comprar peces y un acuario de agua fría. Y vuelve de vuelta a casa con los peces y el acuario de agua fría, echa el agua frìa al acuario, echa los peces al agua.
Un dìa cambiando el agua a los peces le echó, agua caliente no se dio cuenta y los peces murieron todos. Llamó triste a su amiga Blanca y se lo contó.
Le dijo la amiga:
Vale- contestó
Es una idea estupenda- dijo la amiga.
Vamos a buscarlo -
Vale, monta Paula- le dijo la amiga- ¿De que color quieres al gato?-
Blanco con manchas negra- le dijo Paula.
Fueron a una tienda de animales. Vieron un gato blanco y negro, peludito, muy bueno. El gato bufaba y miagaba.
¿Te gusta? - Le dijo la amiga
Blanca, me encanta mi gato -le dijo Paula. Y lo compró.
Cuida bien al gato - le dijo la amiga.
Vale lo cuidare bien, como el perro - le dijo Paula
¿Llevas la comida ?- le dijo la amiga.
Sí, gracias por llevarme.- le dijo Paula.
Cuando llegó a su casa, le dio de cenar al gato, le dio de cenar al perro y luego cenó ella, y se fueron para la cama. El gato empezó a miagar y el perro lo estaba mordiendo porque no le gustaba que Paula tuviera otra mascota. Paula se despertó, y riñó al perro porque no dejaba al gato en paz.
Por la mañana Paula les da el desayuno y luego desayuna ella.
Después de desayunar va a dar un paseo por allí para que hagan sus necesidades y volvieron a casa. El perro se acostumbró al gato y jugaban juntos y se llevan bien y no se pelearon más.
EL ENANO Y EL GIGANTE (Fabián)
Estaba un enano caminando por el bosque cuando de repente se cruzó con un gigante.
- ¡Quita del medio o te aplasto!- gritó el gigante amenazador
- Podrías pedírmelo por favor y así tendrías más amigos-dijo el enano amable.
- No quiero tener amigos. ¿Para qué sirven? para nada -contestó el gigante.
- Los amigos sirven para mucho- le regañó el enano.
- ¿Por ejemplo?-preguntó el gigante pensando no esperar respuesta.
- Por ejemplo cuando te encuentras mal los amigos te ayudan o cuando te haces daño te consuelan -respondió muy amable el enano.
Después de la discusión por la noche en la casa del gigante se oían muchos ruidos. El gigante estaba tirando cosas por el suelo porque le dolía mucho una muela y por eso se portó tan mal con el enano esa tarde.
Tan fuertes gritos daba que el enano le oyó y fue a ayudarle.
- ¿Qué te pasa?- preguntó intrigado el enano.
- ¡Que me duele mucho una muela!-gritó el gigante.
- A ver, abre la boca-dijo el enano.
El gigante obedeció
- Mmmmmmmmmm, parece que tienes una carie-dijo el enano
- A ver...Cogeré un pico enano y pasta dientes para quitarte la muela- añadió el enano.
Después de un rato, el enano dice.
- Ufffff, ya está. Por fin acabé.
El gigante avergonzado por sus actos le dice:
- ¡Muchas gracias por ayudarme! Siento mucho lo que te hice. Por favor, perdóname.
- No pasa nada. Te perdono, todos cometemos errores- dice muy amable el enano.-
- ¿Quieres ser mi amigo?- preguntó el gigante.
- ¡Claro, me encantaría!- dice feliz el enano.
Y desde entonces fueron grandes amigos y lo pasaron muy bien casi todos los días jugando y ayudándose.
Se pegan por detrás esos dobleces. Damos la vuelta y levantamos una cara, pegamos la cartulina de otro color hacia la parte de abajo. Doblamos ahora a la mitad por la diagonal la cara de arriba de cartulina negra, para que coincida con el otro vértice. Pegamos también este doblez.
