El martes, 17 de mayo de 2016, fuimos todos los niños y niñas del CRA a visitar las Covas d’Andía y el Palacio de Anleo, para ver obras de Álvaro Delgado.
Las Covas d' Andía (en asturiano) están el El Franco, un concejo del occidente de Asturias, cerca de nuestro colegio. La capital es La Caridad.
En las Covas d’Andía nos guió una señora que se llamaba Esperanza; nos explicó que el recorrido que hacíamos estaba bajo tierra, caminábamos por el lecho de un río subterráneo, por las galerías que habían quedado después de la explotación romana para sacar oro.
Como hay un microclima allí se ven árboles de muchas especies, tanto las propias de nuestro clima, atlántico, como mediterráneas: acebo, carbayo, abedul, olmos, madroños, texos, chopos, avellanos, arce, castaños, hayas, … y por supuesto eucaliptos y pinos, aunque sean árboles que han sido introducidos por su rápido crecimiento. Los romanos querían oro para acuñar monedas y lo sacaban de cualquier parte, por ejemplo de esta zona. La roca es caliza; hacían fuego y luego echaban agua que hacían llegar a través de galerías y pequeños “acueductos”. La roca caliente se resquebrajaba con el agua fría hasta que podían sacar el oro. Nosotros podemos ver la erosión del agua, interior, en la roca, dejando cavidades redondas, cuevas, … y también la erosión exterior,el agua corriendo sobre la roca, arañando con las rocas partidas y dejando marcas como la piel de elefante.
Además podemos ver los colores sobre la roca, dejados por el agua al correr lentamente, mineralización. Luego los romanos llevarían ese oro a través de las calzadas romanas con carretas hasta algún lugar donde tuvieran puerto que por mar llevaría el oro a su tierra.
También pudimos ver rusco, un arbusto protegido que se usaba en navidad porque tiene también bolas rojas, y varias especies de helechos y musgos. Las cuevas d’Andía están preparadas para ser recorridas y con carteles de las plantas de la zona que podemos observar.
Viven también allí todas las especies de animales protegidas en Asturias, menos el oso y el urogallo. Y un caracol diferente, llamado quimperiano. Esperanza nos enseñó una concha porque no vimos ninguno; tienen la concha más plana.
Antes de acabar la visita pasamos por un lugar en que se intuía un círculo; Esperanza nos explicó que era un "caleiro", o sea un horno de cal. A partir de la roca caliza y alcanzando los 1300ºC la roca se funde y se transforma en cal. La cal es muy usada en agricultura para echar sobre los campos antes de sembar y basificar el terreno; tambien se usaba para "encalar" las casas (pintar por fuera) y se sigue usando para encalar las cuadras, ya que sirve para sanearlas; también se usa para encalar los troncos de los frutales y así controlar algunas plagas.
Para fabricar la cal se usaban los troncos del brezo o de los toxos, porque alcanzan esas temperaturas y había que tener el horno encendido muchas horas, por lo que la gente se tenía que turnar.
Os dejamos unas fotos para que veías como era.
Al terminar la visita guiada, comimos el pincho a la entrada. Había una charca llena de renacuajos y en la orilla, encontramos todas las fases de la metamorfosis de una rana una vez que deja de ser renacuajo, pequeñas ranas aún con cola y sus cuatro patas, con muy poca cola, sin ella; también cogimos tritones, aunque los devolvimos a la charca.
Comimos en el parque de la Caridad donde jugamos un poco y luego fuimos al Palacio de Anleo.
Allí nos explicaron que debíamos de tener cuidado y no pisar las alfombras ni tocar el terciopelo de las barandillas.
Vimos primero una imagen de cómo era el palacio antes, en ruinas; luego ya recorrimos las estancias con muchos retratos de escritores, políticos de la II guerra mundial, músicos, amigos de Don Francisco, el dueño, todos pintados por Álvaro Delgado. Marisa nos iba explicando quiénes eran y lcomo os trazos del pintor iban perfilando a cada personaje. Había retratos de pintores famosos, como Picasso o Dalí, científicos como Einstein,Severo Ochoa, Marañón, filófos, Ortega y Gasset, historiadores, escritores, Unamuno, Perez de Ayala, políticos de la II Guerra Mundial, tanto de un bando como del otro,... Músicos, como Albeniz o Falla.
Fue también muy agradable ver el palacio por dentro, amueblado, sobre todo, para aquellos que lo hemos visto en ruinas.
balconada |
escudos y saeteras de la torre |
gárgola |
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