viernes, 23 de octubre de 2015

LA TRADICIÓN ORAL

Al empezar el curso Marisa nos contó un cuento titulado "Sopa de piedras", de Gonzalo Moure.

Trata de una mujer saharaui en  alguno de los campamentos saharauis en Argelia; preocupada por el retraso de la ayuda internacional y por los niños y niñas que pedían algo de comer,  se le ocurrió hacer una sopa con piedrecitas que había ido a buscar por allí cerca; esperaban que la ayuda lleguase al día siguiente, según les habían prometido. Mientras se hacía  la sopa ella iba contando un cuento, luego otra persona contaba otro, así.... hasta que, poco a poco,  los nenos iban quedando dormidos sin pensar en el hambre.

Entonces nosotros tuvimos que inventar un cuento, cuyo título fuera alguno de los que Marisa nos sugería: "El marrífago dorado", "El saltimbanqui del tiempo", " La manzana plateada", "El siempreterno", "El efecto dumlop".

Y esto es lo que hemos escrito:

LA MANZANA PLATEADA

Se dice que hay un desierto en medio del océano y que es larguísimo; supera los 6.999 km Tiene una burbuja de aire.
Muchos fueron a ver el desierto pero nadie volvió. También dicen que hay tres manzanos; dos son los manzanos de la muerte y uno el de la vida. Los dos manzanos de la muerte son los de la manzana más valiosa, una manzana de oro y otra de diamante, pero el de la vida es de plata.
Un día un submarinista entró en la burbuja y fue a escoger una manzana. Iba a coger la de diamante, pero se acordó de que el dinero no compra la felicidad. Entonces eligió la manzana de plata y le dio un mordisco; esa manzana le dio la vida eterna.
Al pasar unos días volvió a la tierra y contó todo lo que había pasado, como prueba llevó la manzana. Todos probaron un mordisco muy pequeño de la manzana plateada y lo que sobró lo enterraron. Todos se hicieron inmortales, incluso el pueblo.
El pueblo estaba muy cerca del mar; el mar fue acercándose y el pueblo hizo una burbuja de aire para poder respirar, porque si la cosa seguía así se ahogarían. Así fue. El mar fue engullendo el pueblo.
En un temporal la corriente fue moviendo el pueblo y cayeron justo al lado del desierto con los manzanos de la vida y de la muerte.

FABIÁN, 16 - 09 - 2015



El siempreterno

Erase una vez un señor que estaba surcando los siete mares,en un barco pirata.Una vez le atacaron diez piratas y les robó el barco, encontró una poción mágica en un cofre, que esa poción era la de la vida eterna.



Martín


 Edu, que aún  estaba de vacaciones,  escribió lo que quiso y nos lo mandó por Internet:


LA ISLA DE LAURA
Hace pocos años, sobre el 2 010, un niño llamado Pablo, de 12 años, de pelo negro, ojos 
marrones y una estatura alta, estaba de vacaciones en Benidorm con sus padres y sus abuelos. 
Casi todos los días Pablo y su padre Miguel hacían castillos gigantes de arena en la playa; Pablo 
lo hacía para estar con su padre e impresionar a su amiga Laura, que tenía  12 años, pelo 
negro, ojos azules, una estatura media y Pablo hacía cualquier cosa por ella. 
Un  día Pablo vi un barco que iba de Benidorm a una isla y a Pablo se le ocurrió llevar a su amiga 
La isla era muy grande, con árboles, piscinas naturales y de una arena blanca y limpia.
 Al día siguiente  Pablo ya tenía dos billetes sacados  para el ferri y así emprendieron su 
aventura.
El ferri era gigante, de color blanco y azul, con muchos asientos a ambos lados y era tan largo 
que no se veía el final y  lo mejor era que los helados y la comida eran gratis. Al llegar a la isla, 
les mandaron meterse en  un submarino de cristal en el que se podía ver el fondo lleno de 
tiburones y daba un paseo alrededor de la isla. Ella tenía miedo y se agarraba al brazo 
protector de Pablo y el abrazándola le decía que estuviera tranquila mientras le sonreía. 
Después de dar la vuelta a la isla, les sirvieron una estupenda  comida y se comieron los 
postres que servían.
Después fueron a pasear por la isla; había muchos  animales y se perdieron en el 
bosque porque Pablo intencionadamente se alejó del camino  para hacerse el valiente. Laura 
se asustó y nuevamente Pablo estaba allí para ayudarla llevándola  por el camino correcto 
hacia el barco y así zarparon hacia Benidorm.
 Ya en Benidorm, ella le confesó que se lo había pasado muy bien y que le gustaba un poco. 
Pablo, al escuchar esto, se puso muy contento y le contestó que a él también le gustaba ella y 
empezaron a salir. 
El padre de Laura, tenía que irse a trabajar al extranjero y Laura tendría que marcharse con él, 
con lo que no podrían volver a verse. Pablo intentó por todos los medios evitar que  ella no se 
marchara, pero no pudo evitarlo, Este alejamiento puso a  Pablo muy  triste y decidió volver a 
la isla para vivir allí y recordar a Laura para siempre. 
Después  de estos años Pablo sentado a la sombra de un viejo árbol,  mira al horizonte esperando el regreso de su amada a su isla, La Isla de Laura.

                                                                 Edu


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